sábado, 15 de marzo de 2014

Entrenamiento adaptado y readaptación al esfuerzo

En el trabajo de cualquier especialista en entrenamiento deportivo surge a menudo una situación: la lesión. Hay ciertas situaciones de lesión que no son totalmente invalidantes, como pueden ser ciertos esguinces de tobillo, la tendinitis rotuliana o las molestias lumbares, que son las lesiones más comunes en el baloncesto (Drakos et alter, 2010).

Frecuentemente recibimos diagnósticos que comportan prescripciones de ejercicios, que se alejan de un razonamiento adecuado, puesto que estan poco o nada fundamentados. Suele suceder que en muchos casos, son recomendados por parte de profesionales alejados del deporte o de la modalidad deportiva específica. Un buen diagnóstico debe contemplar las limitaciones anatómicas, pero no prescribir los ejercicios específicos, puesto que eso se aleja del campo de conocimiento de médicos y fisioterapeutas -por poner los ejemplos más comunes-, con lo que el error y el malentendido es comprensible.

 Un primer error grave es considerar la carga condicional como peligrosa, cuando es mucho más segura. Este hecho, nos lleva a algunas contradicciones con la evidencia científica respecto a las distintas actividades a realizar. Una de las situaciones más frecuentes és eliminar el entrenamiento de carrera, mientras se puede mantener el entrenamiento específico, cn el pretexto que esta puede ser sobrecargante, como si en el baloncesto los desplazamientos fuesen aéreos o a nado. La carrera de intensidad media se refleja muy menor en cuanto a carga sobre el sistema locomotor mucho más baja que el salto o los cambios de dirección que comporta el entrenamiento específico (Junz et alter, 2003; Orendurff et alter, 2005). Es de presuponer, que ésta sería el primer paso a considerar siempre que pueda ser asumible.

Reproducido de Junz et alter, 2003.

Reproducido de Orendurff et alter, 2005.

En segundo lugar se encuentra el entrenamiento de fuerza, incluso con cargas elevadas. Este sigue siendo menor que el enternamiento específico, e incluso que la carrera contínua a intensidad elevada (Cormie et alter, 2007). Es el salto, como vemos en la figura siguiente, el que diferencia la intensidad por encima de otras variaciones en los ejercicios. En el caso del SJ, no estaríamos hablando tampoco del más intenso como serian el tuck jump o el salto a una pierna (single-leg jump, muy habitual en baloncesto), como veremos a continuación (Jensen et alter, 2007).


Reproducido de Cormie et alter, 2007.


Un punto de discusión frecuente, es considerar que la superfície juega un papel más fundamental que la acción a realizar en ella. Este es uno de los mayores mitos que debemos desterrar ya, para siempre. En los deportes intermitentes en los que el entrenamiento condicional respecto a los desplazamientos comprende cargas medias-bajas, la carga respecto al desplazamiento no puede ser un factor por el que pequeños cambios en las superfícies puedan estar llevándonos a lesión. El segundo factor, es la superfície en si. Como demuestran  Gottschell et alter (2005), no hay diferencias significativas entre superficies, por lo cual, ante cargas medias y bajas, no debería ser un factor decisivo.

 Reproducido de Gottschall et alter, 2005.

Considerando el entrenamiento de carrera en subidas o pendientes, observamos que el impacto es mucho mayor en el descenso, mientras que la fuerza aumenta en el ascenso, por lo que debería situarse antes en un entorno de lesión (Gottschall et alter, 2005).

 Reproducido de Gottschall et alter, 2005.

Es el salto, donde encontramos más carga. Respecto a la carrera la GRF (ground reaction force) es mucho mayor, de hasta 9 veces el BW (body weight), mientras que correr, soporta en tre 2 -3 BW.





Figura y tablas, reproducidos de Jensen et alter, 2007


La carga condicional es mucho más segura por diversos factores. En primer lugar, no suele comprender oposición, con lo que evitamos una fuente importante de variabilidad, inestabilidad y traumatismos. Podemos controlar la carga externa y la carga interna, con lo que sabemos que una carga es segura y asumible para el sujeto en cada momento. La técnica es sencilla y conocida, muy controlada, con lo que es una fuente de seguridad más. Podemos modular múltiples aspectos del entrenamiento, y respecto a un contenido, buscar la tarea más adecuada. Por lo que en cualquier situación de lesión debemos optar por el entrenamiento condicional como primer paso, muy por delante del entrenamiento específico.

Una vez vistas las consideraciones anteriores, la progresión de contenidos en relación a su afectación en el sistema locomotor debería ser:
- carrera y fuerza (intensidad media y subidas)
- carrera de alta intensidad
- cambios de dirección y carrera en pendiente
- saltos
Cualquier consideración de otro orden se enfrentaría a la racionalidad de intentar ser lo menos agresivos con el tejido afectado. En todo caso, debemos partir de un buen diagnóstico para poder programar un trabajo complementario o de readaptación adecuado, y frecuentemente, el trabajo interdisciplinar, al menos, durante las primeras fases de la lesión es fundamental.

Referencias
Drakos et alter. Sports Health; 2(4): 284-290, 2010.
Janz et alter. Ped Exerc Sci; 15: 34-43, 2003.
McKay et alter. Br J Sports Med; 39: 10-14, 2005.
Orendurff et alter. ISB XXth Congress; July 31st- August 5th, Cleveland (OH), 2005.
Gottschall et alter. J Biomech; 38: 445-452, 2005.
Jansen et alter. J Strength Cond Res; 21(3): 763:767, 2007.
Cormie et alter. Med Sci Sports Exerc; 39(2): 340-349, 2007.

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