Recientemente, un amigo me preguntaba por el uso de los
estiramientos. Él viene realizándolos sistemáticamente, aunque ha encontrado
algunas opiniones que le desaconsejan su uso. Esta tendencia, aún muy activa,
me hizo reprender un hilo que en 2013 publiqué en este mismo blog. Tres
entradas con respecto a los estiramientos, las podéis consultar aquí: http://dmdoutres.blogspot.com.es/2013/01/.
Recordemos algunas de las principales conclusiones:
a) aunque la diferenciación no se realiza en todos los estudios,
existen diferentes tipos de estiramientos
con diferentes resultados, i) los estiramientos activos dinámicos y
balísticos pueden mejorar el rendimiento previo a la actividad, ii) los
estiramientos estáticos posteriores, al final de la actividad por diversas
razones que veremos a continuación, iii) los estiramientos de PNF como mejor
método para el aumento del ROM
b) la realización de estiramientos no está relacionada con la
disminución de lesiones, no obstante, parece que los datos apuntan a mejores resultados con las lesiones
músculo-tendinosas, en cualquier caso, ninguno de los estudios
longitudinales tiene duración suficiente como para valorar los efectos a muy
largo plazo (>1 año); la mayoría de autores coinciden en recomendar su uso en lesiones crónicas
c)
La percepción de los
deportistas tras la realización de estiramientos es buena, lo que puede apuntar
a un posible placebo o decremento del
estrés competitivo
d) El trabajo constante de estiramientos –sin hacer hincapié en el
método– mejora el ROM, esto es
especialmente interesante en deportes como el baloncesto en los cuales las
manifestaciones con altos ROM no están presentes
e) Los estiramientos pueden
ayudar a reducir el DOMS en las primeras 72h
f) En cuanto a la duración, los estiramientos de 30’’ parecen tan
efectivos como los de 60’’, y ambos mejores que los de 15’’. Los estiramientos
pasivos de 5’’ son tan efectivos como los de 15’’, pero éstos lo son más si
hablamos de estiramientos dinámicos
g) A 10 semanas, los estiramientos de 10’’, 20’’ o 30’’ tienen efecto similar, lo que junto con el dato
anterior, nos lleva a pensar que quizás a corto termino, si queremos mejoras
del ROM inmediatas el estiramiento debe ser de más duración, mientras que como
trabajo continuado o de recuperación o prevención, duraciones más cortas son
más que suficientes
h) De 1 a 4 series mejoran el componente visco-elástico muscular, sin
afectar a la stiffness, a partir de la 5ª serie, la stiffness queda
comprometida
Desde hace unos años existe una corriente fuerte que recomienda
eliminar los estiramientos del trabajo de los deportistas profesionales. La
novedad de la tendencia, junto con la explosión del fenómeno redes sociales,
producen un cierto efecto Bandwagon
en movimientos como éste –junto con cierto sesgo
de confirmación que todos cometemos en dichas redes–. Sus defensores exponen
los siguientes argumentos:
- los estiramientos no reducen lesiones
- los estiramientos reducen la performance
Vamos a discutir dichos argumentos desde dos perspectivas.
Empecemos con la primera: la evidencia científica.
Como ya hemos comentado, los estiramientos dinámicos mejoran el
rendimiento de pruebas de carácter explosivo-reactivo. No obstante hay algunos
estudios que reportan un descenso del rendimiento inmediato en actividades de
potencia tras la realización de estiramientos estáticos. Recientemente McCrary
et al. (2015) en su revisión, destacan la ausencia de efectos perniciosos sobre
el rendimiento. En la misma línea, el meta análisis de Paul et al. (2016) no
encuentra relación ninguna entre el descenso de rendimiento y la realización de
protocolos de estiramiento durante el calentamiento. ¿Por qué dicha disonancia? Probablemente por una cuestión de diseño metodológico. Muchos protocolos
de estudio se han basado en la secuencia calentamiento general + estiramientos
+ prueba explosiva, lo que dista un poco de la realidad deportiva,
especialmente si hablamos de profesionales. Los
protocolos utilizados son del tipo calentamiento general + estiramientos +
calentamiento específico + actividad deportiva o valoración, una dinámica
que tanto Henricson et al. (1984) como Frankin et al. (2010) o Behm et al.
(2015), destacan como adecuado para mantener
e incluso incrementar el rendimiento. Recientemente, Avioniti et al. (2016)
constatan incluso una mejora del rendimiento en velocidad y agilidad tras la
realización de estiramientos estáticos, cuando estos son de duración alrededor
de 15”. Es importante destacar que el efecto es mayor cuanto menor es el
rendimiento del sujeto. En todo caso, ningún
efecto negativo.
¿Qué no sabemos a nivel científico? Básicamente tres aspectos (1)
en deportes de equipo como el baloncesto, incluso aceptando que existiese un
decremento en un primer momento (primero saltos o sprints), no sabemos que pasa
al cabo de un partido, ¿hay decremento menor/mayor con estiramientos en la
capacidad repetida de salto o sprint? (2) aceptando de igual manera que hubiera
un efecto no deseado, ¿sabemos cual es la ventana en la que se produce? ¿tras
10 minutos sigue la capacidad afectada? ¿y tras 15? Este punto tendría
consecuencias en la programación del calentamiento ya que nos permitiría
incluir el estiramiento y eliminar el –insisto, sólo posible– efecto negativo y
(3) no conocemos los efectos a muy largo término, por lo cual es difícil
inferir si el trabajo continuado con estiramientos va a proporcionarnos mejor
salud deportiva en una carrera o en algún punto de dicha carrera.
La segunda perspectiva depende de los sesgos. Los sesgos no
siempre pueden controlarse, y frecuentemente no pueden eliminarse, simplemente,
conocerlos, aceptarlos. Pero no todos los sesgos pertenecen al trabajo
publicado, otros, dependen de su interpretación, y es la experiencia y
formación del lector la que puede disminuir su efecto. Uno de los principales
es la generalización apresurada, por la cual estaríamos infiriendo un efecto a
una población a la que la muestra del estudio no pertenece. Esto sucede por
ejemplo cuando cogemos resultados de un estudio en población general y lo
aplicamos a deportistas de élite. O viceversa. Otro de los sesgos típicos es el
conocido como sesgo de foco o de encuadre
–no son el mismo pero el mecanismo es parecido–, que depende de cómo
presentamos o percibimos los resultados de un estudio. En nuestro caso … si
aceptamos un decremento de la performance, o de un aspecto de la misma tras la
realización de estiramientos, poco miramos –y a veces poco destacan los
autores– los resultados neutros o menos sorprendentes, con lo cual destacamos
mucho ese resultado negativo que podría estar acompañado de otros muchos
positivos. Si a ello unimos que debemos
interpretar los resultados desde nuestra realidad, a veces tenemos lecturas
confusas o demasiado divergentes. Vamos a explicar esto mejor. Uno de los
puntos en los que ha mejorado más la publicación de trabajos es en la inclusión
del tamaño del efecto en los ‘papers’. Dicho valor pone de relevancia
la importancia de los cambios en relación a la magnitud y variación de los
mismos. Por ello un cambio muy consistente pero calificado de trivial, es un
cambio muy pequeño que, dependiendo de nuestra situación, puede no ser
importante, a pesar que sea real. El ultimo sesgo que se produce depende de la
comprensión tanto del fenómeno científico, como del deportivo. Veamos el caso
del baloncesto. Tenemos un jugador que prefiere realizar estiramientos y la
certeza de un decremento de su salto (50 cms en CMJ), de un 2% (de los más
elevados en la literatura). Esto significaría 1 cm de diferencia en el salto
máximo. Tras ello, vienen muchas preguntas, ese centímetro, ¿es realmente tan importante? ¿cuántos
saltos máximos se realizan en baloncesto? Y volviendo a puntos que tratamos
anteriormente, ¿ese efecto nocivo va a durar todo el partido? ¿hay algún efecto
positivo/negativo sobre la fatiga?
En CONCLUSION,
1)
los
estiramientos están recomendados en
casos de lesiones crónicas y como estrategia a largo término implicada en la
disminución de lesiones y el alcance de estas, especialmente en las
músculo-tendinosas
2) el protocolo seria el
siguiente i) calentamiento general ii) estiramientos activos de 15’’ por grupo
iii) calentamiento específico iv) actividad deportiva v) estiramientos ‘post’
pasivos de 15’’ a 30’’
3) si en algún momento debemos mejorar
el ROM, podemos trabajar con PNF y acentuar el efecto de cualquier método
trabajando hasta con 4 series
4)
si aún no estando de
acuerdo con su realización, la ausencia de efectos negativos de importancia
debería ser motivo suficiente para decir ¿y
qué?
Por último unos de apuntes de mi experiencia personal:
i.
aunque los deportistas no
tienen todas las respuestas, es importante escucharlos
y reflexionar porqué actúan como lo hacen, así como valorar el conjunto de
su comportamiento; un deportista que calienta con un método, realiza ejercicios de
prevención y un posee ‘cool-down’ también planificado, suele ser un jugador que
cuida mejor de su cuerpo, y probablemente coma y descanse mejor, y atienda
también a nuevas perspectivas al respecto de esa cultura deportiva
ii.
el hecho que un estudio con
una metodología y situación concreta concluya que algo sucede, no lo
hace norma, simplemente es lo que sucedió en ese caso, y aunque la ciencia es una de las mejores
aproximaciones que tenemos para comprender y mejorar los fenómenos humanos, no es una verdad última y tajante
iii.
basar una creencia en una
experiencia propia de uno o dos casos, es muy perniciosa, especialmente si nos
basamos en el modelo del campeón y
nuestro campo de visión además de acaparar pocos casos, lo hace en un espacio
de tiempo insuficiente; para ejemplo veamos como en 2011 el éxito de Djokovic
se relacionaba con cambios de comportamiento y dieta (https://www.elconfidencial.com/deportes/tenis/2011-05-22/el-secreto-de-djokovic-un-cambio-en-la-dieta-le-ha-convertido-en-invictus_525224/)
mientras que en 2017 el jugador se pasó el año en blanco, cuando llevaba 6 años
cuidándose de una ‘mejor’ forma
Muchas gracias por vuestras lecturas y como siempre espero
vuestros comentarios. Un saludo
Referencias
Avloniti, A., Chatzinikolaou, A., Fatouros, I. G., Avloniti, C., Protopapa,
M., Draganidis, D., ... & Kambas, A. (2016). The Acute Effects of Static
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30(10), 2767-2773.
Behm, D. G., Blazevich, A. J., Kay, A. D., & McHugh, M. (2015). Acute
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Cheatham, S. W., Kolber, M. J., Cain, M., & Lee, M. (2015). The effects
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